¿Te sientes triste, con el ánimo por el suelo, apático, deprimido, sin ganas?

Si has perdido el deseo y la motivación de hacer las cosas, este artículo te ayudará a recuperar la ilusión y las ganas de vivir. A continuación, te daremos 4 consejos que te pueden ayudar a superar el estado de ánimo apático bajo.

 

1. Busca la ayuda de un profesional – estado de ánimo apático y bajo

Cuando te encuentras muy bajo de ánimo, deprimido, con poca energía y sin motivación, lo mejor es buscar la ayuda de un experto. A veces nuestra familia y amigos con muy buenas intenciones tratan de animarnos y de darnos ese empujón que necesitamos. Generalmente, por estar tristes o deprimidos, no tenemos las fuerzas suficientes para acudir al profesional que nos pueda ayudar.

La recomendación es que saques un poquito de fuerzas y busques un tratamiento profesional. Verás que poco a poco te irás sintiendo mejor y más motivado. Claro, para recuperarte por completo pasará algún tiempo. Es como cuando alguien se fractura una pierna, pasarán unos meses, antes de que pueda correr de nuevo, pero si sigue el tratamiento de forma correcta lo logrará.

Si realizar el tratamiento correctamente, tanto psicológico e incluso farmacológico si es necesario, poco a poco comenzarán a surgir momentos o pequeños espacios de motivación y energías. Debes estar atento para que no pierdas esos pequeños momentos de ganas, ilusión y motivación. Apenas surjan ponte en marcha y actívate, sal a caminar, da un paseo, lee un libro, habla con amigos… haz cualquier actividad que te mantenga ocupado y animado.

Si lo haces así, cada vez serán más los momentos en los que te sentirás motivado. La psicoterapia, la medicación y tu pequeño esfuerzo contribuirán a tu bienestar y poco a poco recuperarás la motivación y la ilusión.

 

2. Haz actividades y cosas a pesar de que no tengas muchas ganas

 

En este caso hablaremos no de estar deprimidos ni tristes, sino de tener poca motivación. Es decir, aunque realizamos nuestras actividades diarias como trabajar y cuidar a la familia lo hacemos sin muchas ganas o con apatía. En este caso ¿qué puedes hacer?

Un concepto que resulta muy útil en estos casos, es pensar que la acción no sigue las ganas, por el contrario, son las ganas las que siguen la acción. A veces tenemos que hacer las cosas sin ganas. Podemos comenzar a forzarnos un poco a realizar cualquier actividad como ir al gimnasio, salir a caminar o tener una cita. Al romper esa barrera y comenzar a hacer las cosas sin ganas, por increíble que parezca las ganas comenzarán a aparecer y cada vez más nos sentiremos animados y motivados.

Por ejemplo, para recuperar un poco las ganas de salir a la calle, simplemente debes animarte a salir, aunque no tengas muchas ganas. Ya verás cómo las ganas aparecerán rápidamente y disfrutarás de pasear y el ambiente de la calle. Si aplicas este consejo en todo ámbito de tu vida estarás siempre motivado y con energías positivas para realizar las cosas.

 

Estado de ánimo apático y bajo - Tristeza y desgana

Estado de ánimo apático y bajo – Tristeza y desgana

 

3. No cedas ante la duda – estado de ánimo apático y bajo

 

Ya tienes energías y un poco de motivación, pero en muchos casos te invade la duda y la indecisión ante la toma de una decisión. ¿Qué debo hacer?

La duda muchas veces nos paraliza, nos hace sentir en una encrucijada sin saber qué camino tomar. Quizás mientras te detienes a pensar, “lo hago o no lo hago, acepto o no acepto”, pierdes una valiosa oportunidad.

Aquí la clave es la siguiente: ante la duda entre hacer y no hacer, mi consejo es que siempre te decidas por el lado del hacer. Claro debes tomar en cuenta las circunstancias que rodean la decisión. Pero, te arrepentirás mucho menos si te lanzas a hacerlo, de lo que te vas a arrepentir si ni siquiera lo intentas. Así que, ante la duda, entre hacer y no hacer, elige siempre el lado del hacer.

 

4. Sal de tu zona de confort – estado de ánimo apático y bajo

 

Aunque estés motivado, sin dudas y con energías. En ocasiones habrá ciertas cosas nuevas a las que quizás sientas miedo de enfrentarte. Puede ser que se trate de realizar algún viaje, mudarte de casa o iniciar una relación con alguien. En esos momentos es normal que el miedo nos asalte y no sepamos qué hacer. Pero, ¿por qué pasa esto? Dicho sencillamente, porque nos acostumbramos a una misma rutina y forma de hacer las cosas. Cuando algo nuevo nos sorprende el temor a salir de esa zona de confort nos invade.

Sentir temor en esas situaciones no está mal del todo. Al contrario, el temor es un buen indicativo, pues nos advierte de posibles peligros. Pero, no debes dejar que ese temor te invada hasta el punto que te domine por completo y te paralice. Evita los pensamientos negativos y sal de la rutina. Sueña despierto con esa nueva aventura e imagínate siempre lo mejor. Así tendrás la motivación y el estímulo necesario para salir de tu zona de confort.

Es normal que en ciertos momentos de la vida nos sintamos sin motivación o con el ánimo por el piso. Pero, recuerda que la solución la tienes en tus manos. Haz tu más grande esfuerzo, busca ayuda de un profesional y evita los pensamientos negativos y las dudas. Así podrás recuperar las ganas de hacer las cosas y te sentirás mucho mejor.

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